El 12 de marzo, el Parlamento finlandés votó la "Ley de Lengua de Signos".
Nuestro presidente de la DUE y director ejecutivo de la Asociación Finlandesa de Sordos, Markku Jokinen, aprovechó la ocasión para explicar la Ley de Lengua de Signos finlandesa.
A pesar de que la lengua de signos finlandesa dio su primer paso con el reconocimiento de su lengua de signos en su constitución en 1995.
El artículo 17 sobre el "Derecho a la propia lengua y cultura", que regula el finlandés, el sueco, el sami y el romaní, y también establece que "los derechos de las personas que utilizan el lenguaje de signos y de las personas que necesitan ayuda de interpretación y traducción debido a una discapacidad se garantizarán mediante una ley".
Ese fue el primer paso que ha dado lugar a este siguiente gran paso que se dio el 12 de marzo.
Volviendo al primer paso, el reconocimiento en la legislación en 1995, no significó los derechos de los firmantes finlandeses de plena accesibilidad a los servicios. Por lo tanto, no fue una legalización fuerte como se necesitaba.
Pero ahora, esta nueva Ley también pretende aumentar la conciencia de las autoridades sobre los signantes como grupo lingüístico y cultural. Además, la Ley restablece el derecho de los signantes (consagrado en la legislación especial) a recibir enseñanza en su propia lengua y en la lengua de signos como asignatura, así como su derecho a utilizar la lengua de signos o la interpretación y la traducción organizadas por una autoridad.
La ley no crea ningún derecho nuevo, sino que pretende promover los derechos lingüísticos que los signatarios ya tienen, en la práctica, y aclara su condición de grupo lingüístico y cultural.
Todavía nos queda un largo camino por recorrer, la Ley tendrá que aplicarse dentro de la estricta situación económica actual de Finlandia, con recursos limitados para los municipios, y seguir trabajando y desarrollando la legislación en el próximo mandato del gobierno.
Nos gustaría felicitar a la comunidad sorda finlandesa y a la FAD por su trabajo en favor de la Ley de Lengua de Signos finlandesa. Es un verdadero ejemplo para que otros países de la UE sigan su ejemplo.